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9 consejos para una feliz vuelta al cole

Habitualmente asociamos la vuelta al cole con momentos de estrés, prisas, caras largas, aburrimiento… sin embargo, como padres podemos hacer muchas cosas para nuestros hijos se lo pasen mejor, estén tranquilos y felices y sientan que merece la pena dejar atrás las vacaciones. Ir adaptando los horarios, cambiar nuestra forma de hablarles, de comunicarnos y de hacerles preguntas, compartir tiempo de calidad y tener ciertas rutinas puede ayudar a unos y a otros a hacerlo mucho más llevadero.

Los días previos

Los horarios
Es muy probable que en verano hayamos tenido una rutina totalmente diferente. Nos levantamos más tarde, vamos a otro ritmo… pero no tiene por qué ser difícil adaptarnos a la nueva rutina si lo hacemos con tiempo y calma. Los expertos recomiendan ir adaptando la hora de acostarse y levantarse entre una y dos semanas antes de ir al cole para que el cambio no sea tan brusco para todos. Por ejemplo, podéis ir adelantando 15 o 20 minutos cada día.

Hablarles en positivo
Si es el primer año que van entrar en la escuela, sería una buena idea hablarles de nuestros recuerdos positivos de cuando éramos pequeños, compartir con ellos alguna historia o anécdota que les ayude a hacerse una idea de lo divertido que es ir a clase.

Si por el contrario se trata de volver al cole, podríamos hablarles del reencuentro con sus compañeros, e incluso sería una genial idea quedar con ellos alguna tarde antes de que empiecen las clases.

Visitar las aulas
Ir de visita unos días antes de empezar las clases ayudará tanto a los que empiezan por primera vez como a los que llevan todo el verano sin pisar el edificio. Esto les dará seguridad en su primer día. Incluso es una buena idea hacer el camino de casa al cole juntos de forma tranquila, como un paseo más de verano.

Preparar juntos los materiales
Pocas cosas gustan más a un niño que preparar sus materiales para el colegio. ¿Lo recordáis, de cuando erais pequeños? Seguro que no se os ha olvidado esos días de ordenar los lápices y colores y meter y sacar mil veces las cosas de la mochila con la ilusión de estrenarlas el primer día.

No hace falta que sean muchas cosas, puede ser la mochila, o un estuche, pero hacer a los niños participes y responsables de sus cosas los hará implicarse aún más en el proceso.

Mañanas especiales

No es lo mismo levantarse para salir corriendo, «niño ponte los zapatos, una cucharada más, corre que no llegamos», que para pasar un rato agradable antes de empezar las clases. Intenta hacer del rato entre que se despierten y entren uno de los momentos más especiales del día.

El desayuno

Puede ser una buena idea, durante las vacaciones, crear el habito de desayunar todos juntos en la mesa. Más que el hecho de comer, compartir la mesa con toda la familia da ese momento de conexión, de mirarse a la cara, de hablar, de compartir. Los niños irán más seguros y tranquilos al colegio si sienten esa conexión con su familia, especialmente en el caso de los más pequeños.

Tiempo para jugar

La necesidad del juego en un niño está muy por encima de los horarios o de obedecer a sus padres. El niño necesita jugar, es su forma de estar en el mundo, y es muy probable que por la mañana antes de ir al colegio, si está descansado, ha dormido lo suficiente, y recibe el tiempo y espacio, lo que desee sea jugar.

Jugar unos minutos en casa, o parar el parque que está de camino puede cambiar completamente el estado de ánimo de los niños al llegar a la escuela.

A la salida del cole

No agobiar a preguntas
Es inevitable… los padres morimos de ganas de ganas por saber cada detalle de lo que ha pasado en el colegio. Pero si nos dedicamos a preguntar nada más salir es muy probable que recibamos respuestas cortas, secas o un simple “no sé”. Nosotros y los niños nos sentiremos frustrados.

Esto no significa que no hagamos preguntas, pero es mejor buscar momentos de tranquilidad, durante la merienda, la cena, o incluso antes de dormir. También funciona mejor hacer preguntas más concretas: si les preguntamos «has hecho hoy en el colegio» puede que directamente no sepan qué contestarnos, pero podéis preguntar «¿a qué has jugado en el recreo?», «¿quién estaba sentado a tu lado?», «¿cómo te lo pasas con tal amigo?», «¿has hecho algún dibujo?». A ellos les será más fácil responder a esas preguntas y es probable que se cree un dialogo íntimo en el que compartir sus inquietudes que con preguntas muy genéricas.

Actividades juntos
Por último, os recomendamos que no dejéis de hacer actividades físicas. Estar al aire libre, libera estrés, preocupaciones, miedos… y es, además, una de las mejores formas de pasar tiempo juntos. No podemos olvidar que, lo que más necesitan los niños, es estar con sus padres y sentir que disfrutan con ellos.

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9 consejos para una feliz vuelta al cole

Habitualmente asociamos la vuelta al cole con momentos de estrés, prisas, caras largas, aburrimiento… sin embargo, como padres podemos hacer muchas cosas para nuestros hijos se lo pasen mejor, estén tranquilos y felices y sientan que merece la pena dejar atrás las vacaciones. Ir adaptando los horarios, cambiar nuestra forma de hablarles, de comunicarnos y de hacerles preguntas, compartir tiempo de calidad y tener ciertas rutinas puede ayudar a unos y a otros a hacerlo mucho más llevadero.

Los días previos

Los horarios
Es muy probable que en verano hayamos tenido una rutina totalmente diferente. Nos levantamos más tarde, vamos a otro ritmo… pero no tiene por qué ser difícil adaptarnos a la nueva rutina si lo hacemos con tiempo y calma. Los expertos recomiendan ir adaptando la hora de acostarse y levantarse entre una y dos semanas antes de ir al cole para que el cambio no sea tan brusco para todos. Por ejemplo, podéis ir adelantando 15 o 20 minutos cada día.

Hablarles en positivo
Si es el primer año que van entrar en la escuela, sería una buena idea hablarles de nuestros recuerdos positivos de cuando éramos pequeños, compartir con ellos alguna historia o anécdota que les ayude a hacerse una idea de lo divertido que es ir a clase.

Si por el contrario se trata de volver al cole, podríamos hablarles del reencuentro con sus compañeros, e incluso sería una genial idea quedar con ellos alguna tarde antes de que empiecen las clases.

Visitar las aulas
Ir de visita unos días antes de empezar las clases ayudará tanto a los que empiezan por primera vez como a los que llevan todo el verano sin pisar el edificio. Esto les dará seguridad en su primer día. Incluso es una buena idea hacer el camino de casa al cole juntos de forma tranquila, como un paseo más de verano.

Preparar juntos los materiales
Pocas cosas gustan más a un niño que preparar sus materiales para el colegio. ¿Lo recordáis, de cuando erais pequeños? Seguro que no se os ha olvidado esos días de ordenar los lápices y colores y meter y sacar mil veces las cosas de la mochila con la ilusión de estrenarlas el primer día.

No hace falta que sean muchas cosas, puede ser la mochila, o un estuche, pero hacer a los niños participes y responsables de sus cosas los hará implicarse aún más en el proceso.

Mañanas especiales

No es lo mismo levantarse para salir corriendo, «niño ponte los zapatos, una cucharada más, corre que no llegamos», que para pasar un rato agradable antes de empezar las clases. Intenta hacer del rato entre que se despierten y entren uno de los momentos más especiales del día.

El desayuno

Puede ser una buena idea, durante las vacaciones, crear el habito de desayunar todos juntos en la mesa. Más que el hecho de comer, compartir la mesa con toda la familia da ese momento de conexión, de mirarse a la cara, de hablar, de compartir. Los niños irán más seguros y tranquilos al colegio si sienten esa conexión con su familia, especialmente en el caso de los más pequeños.

Tiempo para jugar

La necesidad del juego en un niño está muy por encima de los horarios o de obedecer a sus padres. El niño necesita jugar, es su forma de estar en el mundo, y es muy probable que por la mañana antes de ir al colegio, si está descansado, ha dormido lo suficiente, y recibe el tiempo y espacio, lo que desee sea jugar.

Jugar unos minutos en casa, o parar el parque que está de camino puede cambiar completamente el estado de ánimo de los niños al llegar a la escuela.

A la salida del cole

No agobiar a preguntas
Es inevitable… los padres morimos de ganas de ganas por saber cada detalle de lo que ha pasado en el colegio. Pero si nos dedicamos a preguntar nada más salir es muy probable que recibamos respuestas cortas, secas o un simple “no sé”. Nosotros y los niños nos sentiremos frustrados.

Esto no significa que no hagamos preguntas, pero es mejor buscar momentos de tranquilidad, durante la merienda, la cena, o incluso antes de dormir. También funciona mejor hacer preguntas más concretas: si les preguntamos «has hecho hoy en el colegio» puede que directamente no sepan qué contestarnos, pero podéis preguntar «¿a qué has jugado en el recreo?», «¿quién estaba sentado a tu lado?», «¿cómo te lo pasas con tal amigo?», «¿has hecho algún dibujo?». A ellos les será más fácil responder a esas preguntas y es probable que se cree un dialogo íntimo en el que compartir sus inquietudes que con preguntas muy genéricas.

Actividades juntos
Por último, os recomendamos que no dejéis de hacer actividades físicas. Estar al aire libre, libera estrés, preocupaciones, miedos… y es, además, una de las mejores formas de pasar tiempo juntos. No podemos olvidar que, lo que más necesitan los niños, es estar con sus padres y sentir que disfrutan con ellos.