¿Cómo fue tu primer contacto con Helen Doron English?

Había nacido mi hija y deseaba hablarle en inglés, pero me salía mi lengua materna: el catalán. Por eso pensé que, si encontraba un lugar donde empezar a jugar o relacionarme con ella en inglés, me ayudaría a dar el paso. Fue entonces cuando buscando diferentes escuelas en Barcelona, y ver no solo la poca oferta que hay de inglés para bebés sino la poca calidad, descubrí Helen Doron English y me enamoré de la metodología, de sus clases y sus valores. 

Posteriormente, empecé a trabajar como profesora en Helen Doron Sagrada Familia y también como comercial de los cursos que tenemos para guarderías y escuelas.

Helen Doron English no sólo me dio la oportunidad de hacer de mis hijos trilingües, sino que me ha ayudado a ser mejor madre, porque aprendí y sigo aprendiendo cuales son los procesos de crecimiento de un ser humano y cuáles son las necesidades cognitivas, emocionales y psicomotrices asociadas a esas etapas. Ahora que mis hijos son adolescentes Helen Doron me sigue ayudado, poniendo la neurolingüística a mi alcance como madre y como directora, ya que hace unos años que la hemos introducido como parte esencial en nuestros cursos para Teens.

¿Cómo surgió la oportunidad de tener tu propio centro?

Nos trasladamos a vivir a Badalona. En la guardería de mi segundo hijo hacían clases de inglés con otra escuela. Les hablé del método Helen Doron English y decidieron cambiar y probar con nosotras. De allí, se crearon grupos de hermanos y hermanas mayores, a las que también querían que les diéramos clase. Así que me puse a dar clases como profesora independiente Helen Doron y en menos de un curso era claro que debía montar mi propio centro y me convertí en franquiciada.

¿Cuál ha sido tu evolución en estos 10 años?

Muy rápida y gratificante. De tener un aula alquilada, pasé a alquilar un pequeño local de 30m2. Para el siguiente curso ya tuve que buscar un espacio mayor y nos trasladamos donde estamos actualmente, un espacio de 130m2.

Desde el principio corrió la voz y en muy poco tiempo crecimos y seguimos creciendo. La confianza en el método y en nuestra manera de trabajar, priorizando al alumno y siendo flexibles para adaptarnos a las necesidades de las familias, siempre ha sido lo que más nos han valorado las familias de nuestros alumnos y alumnas. 

Además, gracias a los equipos internacionales de la franquicia y a que todo profesor Helen Doron English pasa por un entrenamiento en el método, superamos uno de los momentos más críticos para nuestro sector: la pandemia. Nuestros alumnos no perdieron ni una sola clase, pues el primer día de confinamiento ya lo teníamos todo a punto y empezamos con clases online.

¿Sigues teniendo alumnos que empezaron contigo hace 10 años? 

 ¡Síííí! Todavía tenemos alumnos y alumnas que hace 10 años empezaron con nosotros. Los hemos visto crece, madurar y conseguir sus objetivos académicos. Y ahora seguimos formándoles para que obtengan el C1-Advanced.

Y de los que ya se han ido, ¿tienes contacto con ellos?

Con muchos sí. Algunos nos los encontramos por la calle y seguimos hablando con ellos en inglés. Otros nos siguen por redes sociales. Otros han trabajado como teachers en nuestra escuela y actualmente nuestra recepcionista es antigua alumna.

¿Qué es lo que más te gusta y te hace disfrutar en el día a día?

Ver como los niños aprenden… esas frases espontáneas por el pasillo o en la entrada cuando les preguntamos (en inglés, of course) cómo les ha ido el fin de semana, o ese examen que les tenía preocupados o el partido de básquet o la competición de danza. Y ellos nos responden en inglés, en su nivel, pero en inglés.

Para terminar, ¿podrías contarnos alguna anécdota especial de todos estos años?

Las familias nos siguen diciendo, después de muchos años, que sus hijos e hijas, aunque se han hecho mayores, lo que más recuerdan de la infancia son las canciones de los primeros cursos que hicieron con Helen Doron English: Sunny the cat, Didi the Dragon, Flupe han pasado a ser recuerdos familiares de cuando iban en coche y ponían los audios, o cuando hacían los bañitos antes de la cena, mientras escuchaban las canciones y diálogos en inglés.