Nosotros queríamos participar, ¡claro! pero nos quedaba la duda de cuántas familias iban a secundar nuestra propuesta sabiendo que en los colegios también tenían sus propias jornadas de carnaval. Que las mamás (sobre todo, aunque también hay papás, canguros y abuelas involucradas en los festejos) están pendientes de detalles y accesorios de última hora, de tener cada día lo que toca y de que los niños y niñas vayan al cole con una sonrisa.

Al final tuvimos nuestra propia semana de Carnaval: las profesoras y profesores se pusieron manos a la obra y las clases se llenaron de niños en pijama, alumnos bigotudos para emular a sus teachers, disfraces con ingenio y, sobre todo, muchas risas y alegría. Aquí van algunas fotos:

Sin nuestras teachers no habríamos tenido fiesta. Muchas gracias a ellas y a todas las familias que han participado y que siempre secundan nuestras propuestas.