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Congratulations! 10 años en Helen Doron Zaragoza

¿Cómo fue vuestro primer contacto con Helen Doron English?

 El primer contacto  fue vía mail, donde nos facilitaron todas los datos que necesitábamos para conocer acerca de la franquicia.

 Una vez  los habíamos analizado volvimos a contactar con Helen Doron para hacer una primera reunión en Barcelona, en la que nos enseñaron la metodología, las instalaciones, el tipo de clases y nos aclararon cualquier duda que pudiera surgirnos. 

Una vez allí, también pudimos comprobar el nivel tan elevado que tenían los niños de 5 ó 6 años, que podían llevar una conversación fluida con los profesores a través de diferentes juegos o actividades. Eso es lo que finalmente nos terminó de convencer. Ver que niños tan pequeños podían ver el inglés como algo natural, y que a través del juego los alumnos se divertían y evolucionaban muy favorablemente.  

¿Cómo surgió la oportunidad de tener vuestro propio centro?

 Nos convencia el sector de la educación y el inglés lo veíamos como parte fundamental del aprendizaje, ya que debido a la crisis mucha gente había tenido que trasladarse fuera de España y muchos de ellos tenían que aprender inglés de adultos y les costaba mucho más aprenderlo. 

La metodología del aprendizaje del inglés no había evolucionado en España, y los niños lo veían como una asignatura más y no estaban motivados. Las actividades que realizaban en las academias o en los colegios eran monótonas y aburridas, por lo que no les despertaba ningún interés.

¿Cuál ha sido vuestra evolución en estos 10 años?

Nuestra primera franquicia la montamos en 2013, en el centro de Zaragoza.

Una vez nos habíamos asentado, y viendo que habíamos logrado instaurar una nueva marca en Zaragoza que tenía bastante aceptación, decidimos montar una segunda en otro barrio de Zaragoza. En 2016 inauguramos la segunda franquicia, en el barrio de Actur, el trabajo se duplicó y gestionamos un equipo de trabajo para hacer frente a la expansión. 

En 2021 montamos la tercera franquicia en Valdespartera, de este modo creamos una red de franquicias que gestionamos desde la escuela central.

Nuestro proyecto en todo momento fue crear una red de franquicias en Zaragoza con una sede central donde poder gestionar todo el trabajo.

Hemos crecido cada año tanto en territorio como en volumen de alumnos, y sobre todo hemos trabajado en crear un buen equipo, eficiente y dinámico que sea el motor de esta expansión para poder ir creciendo cada día e ir desarrollando una marca en Zaragoza.

¿Seguís teniendo alumnos que empezaron con vosotros hace 10/15 años? 

Si, han ido avanzando muy positivamente y acompañándonos en este recorrido. Hay niños que empezaron con nosotros con 3 meses y ahora tienen muy buen nivel de inglés y se están presentado a los exámenes de Cambridge con muy buenos resultados. Y todo ese aprendizaje sin esfuerzo, ya que ven el inglés como algo natural que no les ha costado aprender. 

Y de los que ya se han ido, ¿tenéis contacto con ellos?

Sobre todo con los más allegados, si que tenemos relación,  y con los demás intentamos mantener relación haciendo diferentes charlas o talleres en las que puedan participar, tanto los alumnos actuales como los antiguos alumnos.

Algunos padres nos paran por la calle y nos comentan la evolución tan favorable que han tenido sus hijos en el inglés después de pasar por nuestra academia

¿Qué es lo que más os gusta y os hace disfrutar en el día a día?

La motivación con la que nuestros alumnos vienen a las clases, la evolución tan rápida que se produce en ellos en el inglés. Y tener un equipo muy implicado en la metodología y muy dedicados a la docencia. Un equipo que lleva con nosotros muchos años, en el que podemos confiar y crecer, siempre estamos muy implicados en esto, ya que un buen equipo hace que todo lo demás funcione, y lo fundamental que nuestros alumnos disfruten aprendiendo inglés que para nosotros es los fundamental y lo que nos motiva y nos hace disfrutar de nuestro trabajo.

Para terminar, ¿podrías contarnos alguna anécdota especial de todos estos años?

Al principio de abrir nuestra primera academia, se apuntó una niña llamada Paula. Era una niña tímida y callada, pero al poco de empezar vimos una gran transformación en ella, le empezó a gustar mucho el inglés, tanto, que venía a clases durante el año, y también se apuntaba a los talleres o actividades que realizáramos durante el año. Éramos su segunda familia y eso nos encantaba. 

Después de un par de años, por causas de trabajo se tuvieron que ir a vivir a Fuerteventura.

Unos meses más tarde, un día, se abre la puerta de la academia y era la madre de Paula, Sonia, que emocionada nos contó que Paula estaba encantada de vivir en Fuerteventura y que muchos de sus compañeros de clase eran ingleses o americanos, pero que Paula podía mantener una conversación totalmente fluida con ellos, y que tanto ella como su marido, estaban muy sorprendidos del nivel tan elevado de inglés que había adquirido en los dos años que había estado en nuestra academia y que nos daba las gracias de esa gran evolución. Que gracias a esto, Paula no tuvo ningún problema en integrarse en clase, y que era muy feliz con los nuevos compañeros. Historias que nos conmueven y nos motivan cada día.

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Congratulations! 10 años en Helen Doron Zaragoza

¿Cómo fue vuestro primer contacto con Helen Doron English?

 El primer contacto  fue vía mail, donde nos facilitaron todas los datos que necesitábamos para conocer acerca de la franquicia.

 Una vez  los habíamos analizado volvimos a contactar con Helen Doron para hacer una primera reunión en Barcelona, en la que nos enseñaron la metodología, las instalaciones, el tipo de clases y nos aclararon cualquier duda que pudiera surgirnos. 

Una vez allí, también pudimos comprobar el nivel tan elevado que tenían los niños de 5 ó 6 años, que podían llevar una conversación fluida con los profesores a través de diferentes juegos o actividades. Eso es lo que finalmente nos terminó de convencer. Ver que niños tan pequeños podían ver el inglés como algo natural, y que a través del juego los alumnos se divertían y evolucionaban muy favorablemente.  

¿Cómo surgió la oportunidad de tener vuestro propio centro?

 Nos convencia el sector de la educación y el inglés lo veíamos como parte fundamental del aprendizaje, ya que debido a la crisis mucha gente había tenido que trasladarse fuera de España y muchos de ellos tenían que aprender inglés de adultos y les costaba mucho más aprenderlo. 

La metodología del aprendizaje del inglés no había evolucionado en España, y los niños lo veían como una asignatura más y no estaban motivados. Las actividades que realizaban en las academias o en los colegios eran monótonas y aburridas, por lo que no les despertaba ningún interés.

¿Cuál ha sido vuestra evolución en estos 10 años?

Nuestra primera franquicia la montamos en 2013, en el centro de Zaragoza.

Una vez nos habíamos asentado, y viendo que habíamos logrado instaurar una nueva marca en Zaragoza que tenía bastante aceptación, decidimos montar una segunda en otro barrio de Zaragoza. En 2016 inauguramos la segunda franquicia, en el barrio de Actur, el trabajo se duplicó y gestionamos un equipo de trabajo para hacer frente a la expansión. 

En 2021 montamos la tercera franquicia en Valdespartera, de este modo creamos una red de franquicias que gestionamos desde la escuela central.

Nuestro proyecto en todo momento fue crear una red de franquicias en Zaragoza con una sede central donde poder gestionar todo el trabajo.

Hemos crecido cada año tanto en territorio como en volumen de alumnos, y sobre todo hemos trabajado en crear un buen equipo, eficiente y dinámico que sea el motor de esta expansión para poder ir creciendo cada día e ir desarrollando una marca en Zaragoza.

¿Seguís teniendo alumnos que empezaron con vosotros hace 10/15 años? 

Si, han ido avanzando muy positivamente y acompañándonos en este recorrido. Hay niños que empezaron con nosotros con 3 meses y ahora tienen muy buen nivel de inglés y se están presentado a los exámenes de Cambridge con muy buenos resultados. Y todo ese aprendizaje sin esfuerzo, ya que ven el inglés como algo natural que no les ha costado aprender. 

Y de los que ya se han ido, ¿tenéis contacto con ellos?

Sobre todo con los más allegados, si que tenemos relación,  y con los demás intentamos mantener relación haciendo diferentes charlas o talleres en las que puedan participar, tanto los alumnos actuales como los antiguos alumnos.

Algunos padres nos paran por la calle y nos comentan la evolución tan favorable que han tenido sus hijos en el inglés después de pasar por nuestra academia

¿Qué es lo que más os gusta y os hace disfrutar en el día a día?

La motivación con la que nuestros alumnos vienen a las clases, la evolución tan rápida que se produce en ellos en el inglés. Y tener un equipo muy implicado en la metodología y muy dedicados a la docencia. Un equipo que lleva con nosotros muchos años, en el que podemos confiar y crecer, siempre estamos muy implicados en esto, ya que un buen equipo hace que todo lo demás funcione, y lo fundamental que nuestros alumnos disfruten aprendiendo inglés que para nosotros es los fundamental y lo que nos motiva y nos hace disfrutar de nuestro trabajo.

Para terminar, ¿podrías contarnos alguna anécdota especial de todos estos años?

Al principio de abrir nuestra primera academia, se apuntó una niña llamada Paula. Era una niña tímida y callada, pero al poco de empezar vimos una gran transformación en ella, le empezó a gustar mucho el inglés, tanto, que venía a clases durante el año, y también se apuntaba a los talleres o actividades que realizáramos durante el año. Éramos su segunda familia y eso nos encantaba. 

Después de un par de años, por causas de trabajo se tuvieron que ir a vivir a Fuerteventura.

Unos meses más tarde, un día, se abre la puerta de la academia y era la madre de Paula, Sonia, que emocionada nos contó que Paula estaba encantada de vivir en Fuerteventura y que muchos de sus compañeros de clase eran ingleses o americanos, pero que Paula podía mantener una conversación totalmente fluida con ellos, y que tanto ella como su marido, estaban muy sorprendidos del nivel tan elevado de inglés que había adquirido en los dos años que había estado en nuestra academia y que nos daba las gracias de esa gran evolución. Que gracias a esto, Paula no tuvo ningún problema en integrarse en clase, y que era muy feliz con los nuevos compañeros. Historias que nos conmueven y nos motivan cada día.