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Inglés y música: por qué son tan importantes para tus hijos

En la actualidad, aprender un segundo idioma se ha vuelto imprescindible. El inglés, con 1.348 millones de hablantes, de los cuales 379 son nativos, es sin duda la primera opción. Pero, ¿por qué es tan importante aprenderlo desde edades tempranas? ¿Y la música? ¿Qué beneficios puede aportar su aprendizaje para los más pequeños? En este post explicaremos las razones.

En el inglés, “the earlier, the better”, cuanto antes, mejor

  • Desde el vientre materno, el primer sentido que se desarrolla es el oído. De hecho, los bebés son capaces de pronunciar todos los sonidos, pero de nosotros depende que desarrollen la habilidad para hacerlo. Exponerles al lenguaje de forma natural y animarles cuando consiguen decir alguna palabra (refuerzo positivo), será fundamental. Hasta la edad de siete años, el cerebro del niño está mejor preparado para el aprendizaje, es capaz de retener mejor la información y aprender de manera más rápida y eficiente. Además, los peques no tienen vergüenza de nada. Por ello es el mejor momento para que se lancen a hablar inglés sin ningún tipo de temor.
  • Con el acceso a un nuevo idioma, el cerebro se ejercitará y desarrollará, mejorando la concentración, atención, memoria, resolución de problemas y la rapidez mental.
  • Aprender una nueva lengua no únicamente les enseñará un nuevo código de comunicación, también les permitirá acceder a nuevas culturas y estilos de vida, enriqueciendo su desarrollo intelectual y personal.
  • En unos años, casi todo el mundo habrá estudiado inglés. Por lo tanto, para acceder al mercado laboral se valorará todavía más tener un alto nivel de inglés y una buena pronunciación, que se pueden conseguir fácilmente con un aprendizaje temprano del idioma.

Beneficios de la música: a nivel físico, emocional, sensorial e intelectual

  • La música estimula la zona derecha del cerebro, especializada en sentimientos y habilidades especiales visuales y sonoras, como la literatura o el arte. Escuchar música provoca que el niño centre su atención en los diferentes sonidos y tonos de la canción, potenciando su concentración y mejorando su sistema y percepción auditivos.
  • Desde bebés, a los niños les encanta bailar. Y con ello mejoran su ritmo, psicomotricidad y expresión corporal.
  • Cuando un niño pequeño toca un instrumento, aumenta su coordinación, memoria y autoestima, y aprende la importancia de ser perseverante.
  • El canto también tiene grandes beneficios en su expresión oral, capacidad de comunicación y confianza en sí mismo.

Inglés y música, combinación ganadora

El método Suzuki, famoso por enseñar a niños a tocar el violín de memoria y sin partituras, fue una gran inspiración para la lingüista británica Helen Doron, que comprendió que, si la música tenía un lenguaje, también el lenguaje tenía música, y no dudó en incluir las canciones en su método de aprendizaje del inglés.

Por ello, nuestros cursos incluyen lo mejor de las dos disciplinas: desde bebés, los niños están expuestos a la repetición de canciones y rimas para que el aprendizaje del inglés resulte fácil, natural y divertido. Además, las canciones evolucionan, incrementando su complejidad e incluyendo valores y cuestiones de actualidad acordes con la edad de los alumnos. Cantando, los nenes no solamente pueden aprender el alfabeto o las partes del cuerpo, también los números, los sentimientos o las actividades cotidianas.

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Inglés y música: por qué son tan importantes para tus hijos

En la actualidad, aprender un segundo idioma se ha vuelto imprescindible. El inglés, con 1.348 millones de hablantes, de los cuales 379 son nativos, es sin duda la primera opción. Pero, ¿por qué es tan importante aprenderlo desde edades tempranas? ¿Y la música? ¿Qué beneficios puede aportar su aprendizaje para los más pequeños? En este post explicaremos las razones.

En el inglés, “the earlier, the better”, cuanto antes, mejor

  • Desde el vientre materno, el primer sentido que se desarrolla es el oído. De hecho, los bebés son capaces de pronunciar todos los sonidos, pero de nosotros depende que desarrollen la habilidad para hacerlo. Exponerles al lenguaje de forma natural y animarles cuando consiguen decir alguna palabra (refuerzo positivo), será fundamental. Hasta la edad de siete años, el cerebro del niño está mejor preparado para el aprendizaje, es capaz de retener mejor la información y aprender de manera más rápida y eficiente. Además, los peques no tienen vergüenza de nada. Por ello es el mejor momento para que se lancen a hablar inglés sin ningún tipo de temor.
  • Con el acceso a un nuevo idioma, el cerebro se ejercitará y desarrollará, mejorando la concentración, atención, memoria, resolución de problemas y la rapidez mental.
  • Aprender una nueva lengua no únicamente les enseñará un nuevo código de comunicación, también les permitirá acceder a nuevas culturas y estilos de vida, enriqueciendo su desarrollo intelectual y personal.
  • En unos años, casi todo el mundo habrá estudiado inglés. Por lo tanto, para acceder al mercado laboral se valorará todavía más tener un alto nivel de inglés y una buena pronunciación, que se pueden conseguir fácilmente con un aprendizaje temprano del idioma.

Beneficios de la música: a nivel físico, emocional, sensorial e intelectual

  • La música estimula la zona derecha del cerebro, especializada en sentimientos y habilidades especiales visuales y sonoras, como la literatura o el arte. Escuchar música provoca que el niño centre su atención en los diferentes sonidos y tonos de la canción, potenciando su concentración y mejorando su sistema y percepción auditivos.
  • Desde bebés, a los niños les encanta bailar. Y con ello mejoran su ritmo, psicomotricidad y expresión corporal.
  • Cuando un niño pequeño toca un instrumento, aumenta su coordinación, memoria y autoestima, y aprende la importancia de ser perseverante.
  • El canto también tiene grandes beneficios en su expresión oral, capacidad de comunicación y confianza en sí mismo.

Inglés y música, combinación ganadora

El método Suzuki, famoso por enseñar a niños a tocar el violín de memoria y sin partituras, fue una gran inspiración para la lingüista británica Helen Doron, que comprendió que, si la música tenía un lenguaje, también el lenguaje tenía música, y no dudó en incluir las canciones en su método de aprendizaje del inglés.

Por ello, nuestros cursos incluyen lo mejor de las dos disciplinas: desde bebés, los niños están expuestos a la repetición de canciones y rimas para que el aprendizaje del inglés resulte fácil, natural y divertido. Además, las canciones evolucionan, incrementando su complejidad e incluyendo valores y cuestiones de actualidad acordes con la edad de los alumnos. Cantando, los nenes no solamente pueden aprender el alfabeto o las partes del cuerpo, también los números, los sentimientos o las actividades cotidianas.