Tener una dieta equilibrada es una de las mejores inversiones de presente y futuro para nuestra salud y la de nuestros hijos. No obstante, en el caso de los niños, no siempre es fácil. Muchos pequeños no toman la cantidad suficiente de fruta y verdura. Para ayudaros a conseguirlo, hoy queremos presentaros unos sencillos trucos que harán que estos alimentos resulten más apetecibles. Una tarea que este mes de marzo resulta más fácil: llega la primavera y con ella un sinfín de frutas y verduras deliciosas: fresas, mango, pera, espárragos, ajos tiernos, remolacha o canónigos son sólo algunos ejemplos.

4 de marzo, Día Mundial contra la Obesidad

En marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad, una fecha que busca concienciar a las personas sobre el daño que conlleva una dieta alta en grasas y azúcares, una de las más extendidas por todo el mundo.

La obesidad es una acumulación anormal de grasa en el organismo. Es el primer paso para otras patologías como la hipertensión arterial, la diabetes tipo II, índices elevados de colesterol y triglicéridos, problemas osteoarticulares, riesgo de padecer cáncer, apnea del sueño y problemas cardiovasculares.

La única manera de prevenir la obesidad es llevando una dieta alimenticia mucho más sana y una rutina de ejercicio. Una dieta equilibrada incluirá proteínas, frutas, verduras, cereales y lácteos.

Frutas y verduras, fundamentales para tus hijos

Comer frutas y verduras tiene múltiples beneficios para todos pero sobre todo para los niños, porque están en la época donde se forman las defensas y se construyen los hábitos alimentarios, además de encontrarse en la etapa de crecimiento. Frutas y verduras aportan nutrientes (vitaminas) y fibras (que mejorarán su sistema digestivo), hidratan, calman la ansiedad, son antioxidantes y mejoran el sistema inmunológico.

El problema es que muchos niños no quieren comerlas, sobre todo las verduras. ¿Qué hacer entonces para remediarlo? Estos son nuestros consejos:

1. Dar ejemplo. Desde bebés, comer frente a ellos, ofrecerles lo que nosotros comemos, que prueben frutas y verduras en recetas variadas.

2. Hacer presentaciones originales. Con formas de animales, nubes o flores. Ser creativos: manzanas, peras o fresas son ideales en ensaladas de verduras.

3. Hacer la compra con los niños. Y mejor si vamos a los mercados. La experiencia visual les animará a probar nuevos alimentos: hay infinidad de sabores y colores, que elijan los suyos. Además, podemos aprovechar para educarles en el consumo de productos de proximidad y temporada, más sabrosos y respetuosos con el medio ambiente. Y reducir el consumo de plástico si compramos a granel.

4. Tener un huerto en casa. Nada les animará más a probar un alimento que haberlo visto crecer.

5. Cocinar con los niños y explicarles la importancia de los alimentos que estamos preparando. Preparar recetas que les gusten pero con frutas y verduras. Por ejemplo, introduciendo las verduras trituradas o a trocitos en las salsas, albóndigas, pasta, arroz, tortilla, empanadillas, pizza o hamburguesas. Y, por supuesto, en los dulces: frutas y algunas verduras como la calabaza, zanahoria o remolacha son excelentes ingredientes para bizcochos o madalenas.

6. No desistir.

Helen Doron English, apostando por una dieta saludable

La filosofía de nuestras academias es educar en inglés, educar en valores, no sólo enseñar inglés. Y uno de los valores más importantes que pueden tener nuestros hijos es la salud, la importancia de cuidarse. Por ello, nuestros cursos tratan temas como una vida sana, con deporte y una dieta saludable, y otras cuestiones como el respeto por la naturaleza, el reciclaje o la solidaridad.

Referente a la alimentación, Helen Doron Educational Group publicó en 2021 una serie de vídeos informativos para las familias sobre los alimentos más adecuados para los niños, a cargo de la terapeuta nutricional Sonal Shah.

Y en nuestro canal de YouTube, Helen Doron Song Club, también se pueden encontrar vídeos musicales sobre alimentación dirigidos a los más pequeños.

Nuestros talleres ‘Super Chefs’ también han contribuido de una manera práctica a que los niños valoren la importancia de lo que comen preparando sus propias recetas saludables.