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¡Nos encantan las Cookies! Curiosidades y receta de nuestras galletas preferidas

De un tiempo a esta parte, la palabra cookie está muy presente en nuestras vidas: en las de los adultos, y también en las de los niños, y no solo los que aprenden inglés. A todos nos encantan las cookies; con pepitas de chocolate, con naranja y canela, con copos de avena, harina integral, especias…

La realidad es que la palabra anglosajona cookie tiene una historia muy particular. Originalmente, parece derivar del vocablo holandés koekje, y más en concreto de su derivación coloquial, koekie, cuyo significado sería algo así como little cake, es decir, pequeño bizcocho o pastel. Sin embargo, otras fuentes parecen indicar que podrían venir del antiguo idioma escocés, de una raíz similar a la palabra cook, es decir, cocinado.

Dependiendo del país que visitemos, la palabra cookie puede significar distintos tipos de dulces. En Norteamérica una cookie es, sencillamente, una galleta, mientras que en las islas británicas las más duras y crujientes se denominan biscuits, y suelen llamar cookies a las galletas blandas o elásticas. Incluso nos puede pasar, si viajamos a Escocia, que pidamos una cookie y nos den un plain bun, es decir, un panecillo suave, blando y dulzón, como el de las hamburguesas.

Aunque, para la mayoría de nosotros, una cookie sigue siendo una cookie: una deliciosa galleta llena de sabor (y, probablemente, de pepitas de chocolate). Os dejamos a continuación una receta, que podéis hacer de manera muy sencilla en casa y con vuestros hijos.

Ingredientes:
230 gramos de harina (mejor si es integral). Podemos usar harina de trigo, arroz, avena… o probar distintas combinaciones (si no usamos trigo sería, además, sin gluten)
100 gramos de mantequilla
180 gramos de azúcar (podemos mezclar blanco y moreno, a nuestra elección)
1 huevo
1 cucharadita de aroma de vainilla
150 gramos de pepitas de chocolate
Media cucharadita de sal
Medio sobre de levadura

Preparación:
1. Mezclar la mantequilla (líquida, o al menos suficientemente blanda, pero no caliente) con el azúcar, y el huevo, removiendo para que se forme una masa homogénea.
2. Añadir el resto de ingredientes, menos las pepitas de chocolate. Necesitamos obtener una masa compacta, con aspecto ligeramente grasiento y sin grumos.
3. Añadir las pepitas de chocolate y volver a remover, para que se esparzan regularmente. Normalmente, es conveniente dejar reposar la masa unos 10-15 minutos.
4. Hacer bolitas con las manos o con la ayuda de una cuchara. Disponer en la bandeja del horno, sobre papel de hornear, de forma que haya una separación entre cada cookie. Hay que tener en cuenta que crecerán con calor.
5. Cocinar en el horno de 12 a 15 minutos, a 180º, hasta que tengan un aspecto durado.
6. Sacar y dejar enfriar fuera del horno, para que adquieran más consistencia y sean más crujientes.

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¡Nos encantan las Cookies! Curiosidades y receta de nuestras galletas preferidas

De un tiempo a esta parte, la palabra cookie está muy presente en nuestras vidas: en las de los adultos, y también en las de los niños, y no solo los que aprenden inglés. A todos nos encantan las cookies; con pepitas de chocolate, con naranja y canela, con copos de avena, harina integral, especias…

La realidad es que la palabra anglosajona cookie tiene una historia muy particular. Originalmente, parece derivar del vocablo holandés koekje, y más en concreto de su derivación coloquial, koekie, cuyo significado sería algo así como little cake, es decir, pequeño bizcocho o pastel. Sin embargo, otras fuentes parecen indicar que podrían venir del antiguo idioma escocés, de una raíz similar a la palabra cook, es decir, cocinado.

Dependiendo del país que visitemos, la palabra cookie puede significar distintos tipos de dulces. En Norteamérica una cookie es, sencillamente, una galleta, mientras que en las islas británicas las más duras y crujientes se denominan biscuits, y suelen llamar cookies a las galletas blandas o elásticas. Incluso nos puede pasar, si viajamos a Escocia, que pidamos una cookie y nos den un plain bun, es decir, un panecillo suave, blando y dulzón, como el de las hamburguesas.

Aunque, para la mayoría de nosotros, una cookie sigue siendo una cookie: una deliciosa galleta llena de sabor (y, probablemente, de pepitas de chocolate). Os dejamos a continuación una receta, que podéis hacer de manera muy sencilla en casa y con vuestros hijos.

Ingredientes:
230 gramos de harina (mejor si es integral). Podemos usar harina de trigo, arroz, avena… o probar distintas combinaciones (si no usamos trigo sería, además, sin gluten)
100 gramos de mantequilla
180 gramos de azúcar (podemos mezclar blanco y moreno, a nuestra elección)
1 huevo
1 cucharadita de aroma de vainilla
150 gramos de pepitas de chocolate
Media cucharadita de sal
Medio sobre de levadura

Preparación:
1. Mezclar la mantequilla (líquida, o al menos suficientemente blanda, pero no caliente) con el azúcar, y el huevo, removiendo para que se forme una masa homogénea.
2. Añadir el resto de ingredientes, menos las pepitas de chocolate. Necesitamos obtener una masa compacta, con aspecto ligeramente grasiento y sin grumos.
3. Añadir las pepitas de chocolate y volver a remover, para que se esparzan regularmente. Normalmente, es conveniente dejar reposar la masa unos 10-15 minutos.
4. Hacer bolitas con las manos o con la ayuda de una cuchara. Disponer en la bandeja del horno, sobre papel de hornear, de forma que haya una separación entre cada cookie. Hay que tener en cuenta que crecerán con calor.
5. Cocinar en el horno de 12 a 15 minutos, a 180º, hasta que tengan un aspecto durado.
6. Sacar y dejar enfriar fuera del horno, para que adquieran más consistencia y sean más crujientes.