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Pintando con brócoli: una actividad para el otoño

Niña con brócoli

Seguro que te has preguntado muchas veces cómo puedes introducir a tus hijos en el maravilloso mundo de las verduras. En efecto, este grupo de alimentos tiene unos enormes beneficios para los seres humanos, sobre todo gracias a su aporte en vitaminas y fibra. Sin embargo, buena parte de los niños, especialmente los más pequeños, parece que tienen propensión a no gustarles, cuando no directamente a aborrecerlas.

Algunos autores como Carlos González aseguran que las verduras, sencillamente, no les entran. En efecto, los más pequeños tienen el estómago muy pequeño, por lo que necesitan comidas que tengan muchas calorías en poco volumen. Y precisamente las verduras no entran en esta categoría. Obligarles quizá no sea la mejor opción, ya que puede producir justo el efecto contrario. ¿Existe una solución a este dilema?

Las verduras como parte del mundo infantil

Una idea puede ser presentar las verduras de una forma amigable y cercana. Si a tus hijos no les gustan, al menos que las perciban como un recurso más, como parte de su pequeño mundo. El hecho de tocarlas con las manos, explorarlas, cortarlas y desmenuzarlas puede ser una actividad muy atractiva para ellos. Quizá por el momento no se atrevan a probarlas, pero conseguirás que las vean de una manera amigable.

De hecho, durante el otoño tenemos una deliciosa y colorida variedad de verduras. Una de ellas, el brócoli, es especialmente estimulante. La forma de sus brotes, su textura, los colores que tienen algunas de sus variedades, el tronco más duro y la parte superior esponjosa… lo hace ideal para actividades de tipo sensomotor. Y poco  a poco, puedes atreverte a cocinar algunas de estas recetas de brócoli especialmente pensadas para ellos: sopas, quiches, pizzas… ¡o incluso pan!

Pintando con brócoli

Por otro lado, el otoño es una época del año en la que apetece pasar tiempo en casa. Sentarnos cerca de una ventana con una bebida caliente y disfrutar con alguna actividad que se pueda realizar en el interior. Hacer manualidades cuando fuera hace frío, ver cómo cae la lluvia y se mojan las calles mientras recortamos y pintamos, escuchar buena música dando rienda suelta a nuestra creatividad…

¿Por qué no usar el brócoli para pintar? La idea es de lo más sencilla, y es que la parte dura es fácil de agarrar con una mano, mientras que la más blanda y esponjosa resulta ideal como brocha. Las textura que se pueden lograr con esta verdura son de lo más peculiares. ¡Además, resulta fantástico para mezclar varios colores de una sola vez!

Usando el brócoli como una brocha
Usando el brócoli como una brocha

Fuente: notimeforflashcards.com

Un árbol otoñal con la brocha de brócoli

De entre todas las opciones, seguro que esta te resulta atractiva. Y es que puedes aprovechar esa forma tan peculiar de los brotes del brócoli para hacer con tus hijos un precioso árbol con los colores de otoño. La idea es pintar en primer lugar el tronco y las ramas, para después hacer una mezcla con esos colores ocres y cobrizos, rojos, marrones y amarillos, en distintas tonalidades. De esta forma, conseguirás que tus hijos simulen los colores cambiantes de esta preciosa estación. ¿No te parece una idea preciosa para regalar a los abuelos?

Árbol de otoño pintado con brócoli
Árbol de otoño pintado con brócoli

Fuente: gluedtomycraftsblog.com

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Pintando con brócoli: una actividad para el otoño

Niña con brócoli

Seguro que te has preguntado muchas veces cómo puedes introducir a tus hijos en el maravilloso mundo de las verduras. En efecto, este grupo de alimentos tiene unos enormes beneficios para los seres humanos, sobre todo gracias a su aporte en vitaminas y fibra. Sin embargo, buena parte de los niños, especialmente los más pequeños, parece que tienen propensión a no gustarles, cuando no directamente a aborrecerlas.

Algunos autores como Carlos González aseguran que las verduras, sencillamente, no les entran. En efecto, los más pequeños tienen el estómago muy pequeño, por lo que necesitan comidas que tengan muchas calorías en poco volumen. Y precisamente las verduras no entran en esta categoría. Obligarles quizá no sea la mejor opción, ya que puede producir justo el efecto contrario. ¿Existe una solución a este dilema?

Las verduras como parte del mundo infantil

Una idea puede ser presentar las verduras de una forma amigable y cercana. Si a tus hijos no les gustan, al menos que las perciban como un recurso más, como parte de su pequeño mundo. El hecho de tocarlas con las manos, explorarlas, cortarlas y desmenuzarlas puede ser una actividad muy atractiva para ellos. Quizá por el momento no se atrevan a probarlas, pero conseguirás que las vean de una manera amigable.

De hecho, durante el otoño tenemos una deliciosa y colorida variedad de verduras. Una de ellas, el brócoli, es especialmente estimulante. La forma de sus brotes, su textura, los colores que tienen algunas de sus variedades, el tronco más duro y la parte superior esponjosa… lo hace ideal para actividades de tipo sensomotor. Y poco  a poco, puedes atreverte a cocinar algunas de estas recetas de brócoli especialmente pensadas para ellos: sopas, quiches, pizzas… ¡o incluso pan!

Pintando con brócoli

Por otro lado, el otoño es una época del año en la que apetece pasar tiempo en casa. Sentarnos cerca de una ventana con una bebida caliente y disfrutar con alguna actividad que se pueda realizar en el interior. Hacer manualidades cuando fuera hace frío, ver cómo cae la lluvia y se mojan las calles mientras recortamos y pintamos, escuchar buena música dando rienda suelta a nuestra creatividad…

¿Por qué no usar el brócoli para pintar? La idea es de lo más sencilla, y es que la parte dura es fácil de agarrar con una mano, mientras que la más blanda y esponjosa resulta ideal como brocha. Las textura que se pueden lograr con esta verdura son de lo más peculiares. ¡Además, resulta fantástico para mezclar varios colores de una sola vez!

Usando el brócoli como una brocha
Usando el brócoli como una brocha

Fuente: notimeforflashcards.com

Un árbol otoñal con la brocha de brócoli

De entre todas las opciones, seguro que esta te resulta atractiva. Y es que puedes aprovechar esa forma tan peculiar de los brotes del brócoli para hacer con tus hijos un precioso árbol con los colores de otoño. La idea es pintar en primer lugar el tronco y las ramas, para después hacer una mezcla con esos colores ocres y cobrizos, rojos, marrones y amarillos, en distintas tonalidades. De esta forma, conseguirás que tus hijos simulen los colores cambiantes de esta preciosa estación. ¿No te parece una idea preciosa para regalar a los abuelos?

Árbol de otoño pintado con brócoli
Árbol de otoño pintado con brócoli

Fuente: gluedtomycraftsblog.com