San Valentín es una de esas fiestas que, tradicionalmente, estaba dedicada a las parejas, los novios, los prometidos, los cónyuges y, en general, a todos los enamorados. Sin embargo, de un tiempo a esta parte se está extendiendo la costumbre de compartir regalos también entre amigos, padres e hijos u otros miembros de la familia. Celebrar San Valentín en familia es una forma de demostrar el amor que se tienen los unos a los otros, y qué mejor manera de hacerlo que compartiendo una comida deliciosa y muy saludable, en la que frutas y verduras frescas sean las protagonistas. Si esta comida se puede preparar entre todos, y especialmente contar con la participación de los más pequeños, ¡puede convertirse en una actividad familiar súper divertida! Os dejamos aquí 3 recetas para hacer entre todos en este día tan especial, y que además suponen una comida completa compuesta de entrante, plato principal y postre.

1. Para picar: piruletas de verduras

Todos sabemos que las verduras no suelen ser precisamente lo que más gusta comer a los niños. Por este motivo, os presentamos estas divertidas y preciosas piruletas… ¡de las que seguro se enamoran a primera vista! Para realizarlas necesitamos unas zanahorias, pepino, pimiento rojo y amarillo y, en realidad, una pequeña variedad de verduras coloridas. Con la ayuda de un cuchillo y unos cortadores con forma de corazones y flores realizamos los cortes necesarios, para después engarzarlos con un palito de brocheta. Eso sí, recordad que necesitaremos al menos dos tamaños de cada cosa, para poder colocar un trocito de verdura dentro de la otra y que queden estas formas tan bonitas:

2. Mini corazones de pizza

Si las piruletas de verdura no les terminan de convencer, seguro que se chupan los dedos con estas min pizzas que podéis hacer con lo que más os guste, aunque os recomendamos que utilicéis una buena base de tomate y mozzarella y que la acompañéis con calabacines, berenjenas, pimientos o cebollas frescos. Existen muchas formas de preparar la masa para pizza e incluso podemos comprar harinas ya preparadas a las que solo hay que añadir el agua.

Nuestra receta ‘secreta’ consiste en mezclar 300 gramos de harina blanca con 100 gramos de harina integral, 200 mililitros de agua, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal y un dado de levadura fresca. Una vez amasados los ingredientes durante al menos 10 minutos (con las manos, cosa que encantará a vuestros hijos) hay que dejarla reposar unas 2 horas con un trapo encima, a poder ser en un lugar cálido de la casa. Como curiosidad, os contamos que las buenas italianas las dejan tradicional en el fondo de sus armarios…

Una vez fermentada, debemos dividir la masa en bolitas y extenderlas con un rodillo sobre un superficie enharinada. Para San Valentín, podemos utilizar de nuevo un cortador de corazón para darle esa forma. Antes de llevarlas al horno, ¡la imaginación de vuestros hijos es la mejor receta!

3. Gomitas de gelatina y fruta

Para concluir, os dejamos un postre delicioso y con textura de gomitas. Realizarlo es muy sencillo. Por una parte, debemos coger las frutas que queramos (por su color, las fresas, frambuesas u otros frutos rojos son ideales) y machacarlos con un tenedor, separando el zumo de la pulpa. Ese zumo lo mezclaremos en una sartén con un poco de polvo para gelatina, calentándolo en una olla o sartén, siguiendo las instrucciones del fabricante, para después mezclarlo también la pulpa. Podemos añadir azúcar si lo consideramos poco dulce, aunque nuestra experiencia nos dice que no es necesario, y además es mucho más saludable.

Por último, dejamos enfriar la mezcla en unos moldes con la forma que más nos guste ¡y ya está! Como veis, un final delicioso para una fantástica comida de San Valentín en familia.

Fuente: https://www.superhealthykids.com/