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Visual, kinestético o auditivo: ¿cuál es el estilo de aprendizaje de tu bebé?

Desde que nacemos, cada uno de nosotros es único, diferente al resto y con cualidades y capacidades distintas a los demás. Lo vemos claramente en que algunas personas son zurdas y otras diestras; los hay con un físico privilegiado para un cierto tipo de actividades, o con un talento especial para la música o la pintura. Cada persona es especial, por lo que uno objetivo primordial en la estimulación temprana es ser capaces de desarrollar cada una de esas cualidades.

La tarea puede resultar más compleja cuando hay un grupo de niños, bebés o adolescentes en una misma clase, compartiendo el mismo espacio, las mismas actividades y el mismo estilo de aprendizaje. En este contexto, un profesor puede tener dificultades a la hora de atender las necesidades específicas de todos ellos.

Existe una teoría neurolingüística que asegura que existen tres estilos distintos de aprendizaje: visual, kinestético y auditivo. El primero se basa en recibir la información que se desea aprender fundamentalmente a través de la vista, el segundo a través del movimiento en el espacio, y el tercero gracias a sonidos. Todos ellos son válidos, y todas las personas somos capaces de aprender a través de los tres. Sin embargo, al igual que sucede con quienes son más propensos a utilizar una parte del cuerpo en lugar de la contraria, hay personas cuya tendencia natural es a aprender mejor y más rápido cuando se estimula uno de estos tres sentidos. Esto no quiere decir que no puedan aprender por los otros dos: al igual que hay personas que escriben mejor y más rápido con la mano izquierda o la derecha, que juegan mejor al fútbol o que tocan la guitarra con mayor comodidad con un lado que con el contrario, lo mismo ocurre con las capacidades del aprendizaje.

Esto sucede, por supuesto, también en los bebés. La pregunta que nos podemos plantear es: si todavía no conocemos cuál es el estilo de aprendizaje de tu bebé (puesto que es muy pequeño), ¿cómo hacer para estimularle adecuadamente, de forma que desarrolle al máximo sus capacidades innatas?

En nuestras clases de Helen Doron English tenemos una máxima: VAK. Cada actividad, cada ejercicio, cada parte del vocabulario o la gramática que queremos que aprendan nuestros alumnos, debemos enseñarlas en los tres estilos. Imaginemos que queremos enseñar cuatro animales distintos. Una actividad visual (V), podría ser estimular al niño con flashcards, en las que el protagonista es la imagen de cada uno de ellos. El mismo ejercicio, de forma auditiva (A) consistiría en producir el sonido del animal en cuestión, o utilizar con un bando de sonidos. Por último, una actividad kinestética (K) sería hacer que los niños jueguen a imitar a los animales en el espacio del aula. Haciéndolo de esta forma, cada tipología de persona aprenderá según su estilo de aprendizaje innato.

En las clase de bebés que desarrollamos de 0 a 3 años, repetimos las canciones, las rimas, el vocabulario y las estructuras gramaticales muchas veces a lo largo del año, e incluso dentro de una misma lección. El aprendizaje natural de un idioma se basa en la repetición; sin embargo, esto no quiere decir que haya que repetir exactamente el mismo juego todas las veces. Teniendo en cuenta esa máxima de VAK, los teachers de Helen Doron English deben tener siempre un conjunto de actividades diferentes que, aunque enseñen un mismo grupo de conceptos lingüísticos, los presenten en clase de forma visual, auditiva o kinestética. Primero se realizará una actividad de un tipo, en un segundo momento usaremos la misma información con otra tipología, y con otra más al tercero.

De este modo, nos aseguramos que cada bebé que participa en nuestras clases tenga cubierto su estilo natural de aprendizaje, con lo que la enseñanza del idioma se realiza de un modo mucho más eficiente.

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Visual, kinestético o auditivo: ¿cuál es el estilo de aprendizaje de tu bebé?

Desde que nacemos, cada uno de nosotros es único, diferente al resto y con cualidades y capacidades distintas a los demás. Lo vemos claramente en que algunas personas son zurdas y otras diestras; los hay con un físico privilegiado para un cierto tipo de actividades, o con un talento especial para la música o la pintura. Cada persona es especial, por lo que uno objetivo primordial en la estimulación temprana es ser capaces de desarrollar cada una de esas cualidades.

La tarea puede resultar más compleja cuando hay un grupo de niños, bebés o adolescentes en una misma clase, compartiendo el mismo espacio, las mismas actividades y el mismo estilo de aprendizaje. En este contexto, un profesor puede tener dificultades a la hora de atender las necesidades específicas de todos ellos.

Existe una teoría neurolingüística que asegura que existen tres estilos distintos de aprendizaje: visual, kinestético y auditivo. El primero se basa en recibir la información que se desea aprender fundamentalmente a través de la vista, el segundo a través del movimiento en el espacio, y el tercero gracias a sonidos. Todos ellos son válidos, y todas las personas somos capaces de aprender a través de los tres. Sin embargo, al igual que sucede con quienes son más propensos a utilizar una parte del cuerpo en lugar de la contraria, hay personas cuya tendencia natural es a aprender mejor y más rápido cuando se estimula uno de estos tres sentidos. Esto no quiere decir que no puedan aprender por los otros dos: al igual que hay personas que escriben mejor y más rápido con la mano izquierda o la derecha, que juegan mejor al fútbol o que tocan la guitarra con mayor comodidad con un lado que con el contrario, lo mismo ocurre con las capacidades del aprendizaje.

Esto sucede, por supuesto, también en los bebés. La pregunta que nos podemos plantear es: si todavía no conocemos cuál es el estilo de aprendizaje de tu bebé (puesto que es muy pequeño), ¿cómo hacer para estimularle adecuadamente, de forma que desarrolle al máximo sus capacidades innatas?

En nuestras clases de Helen Doron English tenemos una máxima: VAK. Cada actividad, cada ejercicio, cada parte del vocabulario o la gramática que queremos que aprendan nuestros alumnos, debemos enseñarlas en los tres estilos. Imaginemos que queremos enseñar cuatro animales distintos. Una actividad visual (V), podría ser estimular al niño con flashcards, en las que el protagonista es la imagen de cada uno de ellos. El mismo ejercicio, de forma auditiva (A) consistiría en producir el sonido del animal en cuestión, o utilizar con un bando de sonidos. Por último, una actividad kinestética (K) sería hacer que los niños jueguen a imitar a los animales en el espacio del aula. Haciéndolo de esta forma, cada tipología de persona aprenderá según su estilo de aprendizaje innato.

En las clase de bebés que desarrollamos de 0 a 3 años, repetimos las canciones, las rimas, el vocabulario y las estructuras gramaticales muchas veces a lo largo del año, e incluso dentro de una misma lección. El aprendizaje natural de un idioma se basa en la repetición; sin embargo, esto no quiere decir que haya que repetir exactamente el mismo juego todas las veces. Teniendo en cuenta esa máxima de VAK, los teachers de Helen Doron English deben tener siempre un conjunto de actividades diferentes que, aunque enseñen un mismo grupo de conceptos lingüísticos, los presenten en clase de forma visual, auditiva o kinestética. Primero se realizará una actividad de un tipo, en un segundo momento usaremos la misma información con otra tipología, y con otra más al tercero.

De este modo, nos aseguramos que cada bebé que participa en nuestras clases tenga cubierto su estilo natural de aprendizaje, con lo que la enseñanza del idioma se realiza de un modo mucho más eficiente.