Este 2025, la academia Helen Doron de Rincón de la Victoria celebra 10 años de trayectoria. Para conocer mejor su historia, hablamos con Agnieszka, directora y teacher de la academia.
Un reto que vale cada esfuerzo
Cuando le preguntamos a Agnieszka cómo resumiría estos 10 años, no duda en elegir la palabra “reto”. Nos cuenta que: “Ha sido un camino de desarrollo profesional y personal, de aprendizaje constante”.
Desde que abrió las puertas de su academia, Agnieszka ha trabajado con mucha energía y motivación, enfrentándose a los desafíos de emprender, y ver los resultados exitosos de su esfuerzo le ha proporcionado una gran satisfacción en lo profesional y personal.
“Los momentos difíciles me enseñaron que nunca se debe tirar la toalla; siempre hay que seguir hacia delante y no rendirse. Por otro lado, los buenos momentos me recuerdan que mi trabajo tiene sentido y es importante”, añade.
Ver crecer a sus alumnos desde sus primeros años hasta etapas más avanzadas como la adolescencia le reporta un orgullo y gratificación únicos. La conexión que desarrolla con cada niño y su familia es uno de los pilares que mantiene su motivación día a día.
“Ha sido un trabajo duro, pero muy gratificante a la hora de ver cómo los niños aprenden y progresan, lo que me motiva es el trato personal con las familias, poder atenderlas y ayudarlas”, asegura.
Una metodología que enamora
El enfoque de Helen Doron permite que los niños aprendan inglés de manera efectiva, mientras juegan y disfrutan de la experiencia, algo que muchas familias de Rincón de la Victoria valoran mucho.
“Después de muchos años trabajando en la enseñanza tradicional, cada vez tengo más claro que esta metodología da mejores resultados: los niños aprenden inglés de forma natural y las actividades son muy atractivas”, asegura.
El valor de un buen equipo
Para Agnieszka, el éxito de la academia no sería posible sin su equipo de profesoras y el apoyo de las familias: “Gracias a ellas he aprendido a organizar y dirigir el negocio. Tener un buen equipo es crucial para que el negocio tenga éxito. Gracias al feedback de las familias, puedo ir mejorando cada día”.
Mirando hacia el futuro
Tras una década de experiencias, Agnieszka sigue con la misma ilusión que el primer día:
“Mis sueños son simples: me gustaría seguir creciendo y desarrollando mi negocio durante los próximos 20 años, aumentar el número de alumnos y continuar aprendiendo”
Diez años después, su academia en Rincón de la Victoria sigue siendo un lugar donde los niños aprenden inglés de manera natural, divertida y efectiva, y donde la pasión por enseñar sigue siendo el motor de cada día.
